domingo, 8 de diciembre de 2013

Hamaca en la Arenosa; Aquí, enredado en ésta me quedo.

Ruttmann terminaba sus días del verano de 1923 sin pensar en que aquel sueño buscando un futuro inmenso que le dejaba perplejo, lo haría imaginar su nueva travesía en las faldas y almas de una ciudad para nada cercana. Cercano y solitario alguna vez partió a conectarse con su realidad en Berlín, ignoró el cuento sonoro-visual que le esperaba. Ruttmann partió. Su barco fue bueno, pero no su encierro en todo el viaje, una noche doblegó su espíritu en las luces que de la ciudad venía; tres mosqueteros de cascos amarillos y verdes le sostenían ingenuo y dudoso a arribar a ella. Llegó por la puerta vieja, por los caños, por los fragatas malolientes, por los containers. Absolutamente extasiado por primera vez oyendo palabras sentidas y ligeras, arrugó su tiempo para mirar atrás y desenfundó su cámara para sumergirse en la travesía.

No pensó en guión ni en el montaje que debía realizar, la mañana en que tomó la escalera para bajar a la ciudad, era la de cien años después, igual de coloreada y viva, pero llena de formas raras y de sonidos más estrepitosos que los de aquellos trenes que grabó cruzando los rieles de la fortalecida capital germana. Quienes aún mitifican su figura recuerdan que su mochila marrón, era la caja de pandora para sus creaciones, a veces revisaba sus lentillas y filtros y en otras dejaba avistar lo que sería una grabadora portable de sonido.


Walter era un hombre calculador y detallista, sus primeras impresiones de la basura en la ciudad le conmovieron hasta el punto de dedicar las primeras semanas a grabarlas. Añoraba que no terminaran en el río o en los parques que empezaban a restaurarse, pero no... las grababa volar o arrastrarse por el viento como la parcimonía de la gente vieja del centro, que lleva a cuestas la historia del día a día de Barranquilla y su larga cadena de costumbres.

Armó estrategia precisamente con estos últimos que conoció en el centro. Planteo que el movimiento rítmico de cuadras arriba a la Calle 30 y al río debían grabarse con sumo cuidado, que la ayuda y participación de estos sería importante. Medio mes estuvo sumergido en el trafico, en los ruidos de los vendedores ambulantes, en el humo caliente y oloroso a caucho y bbq de fritangerías, en risas de mujeres al cruzar la calle, en ladridos de perros callejeros, en el sudor del clima inclemente y hasta ensimismado en el poder de un agua de panela a las 12 del medio día.

Allá donde se cree que muere el sol, decidió partir. Grabó todo el recorrido del taxi con la convicción que sería el punto de giro para la sinfonía que de fondo acompañaría su recorrido por la ciudad. No hizo caso a las vicisitudes de las vías, agujeradas y maltratadas, menos a las recomendaciones del taxista, que más preocupado estaba por llevar un extranjero en su coche, que por llevar un pasajero con una cámara grabando todo a su paso.

Cierta vez, en el hostal de Puerto donde se quedó, trató de hacer algo similar a la ventana de aquel taxi, dejó la cámara grabando desde arriba hacia el mar para capturar el ir y venir de las olas corriendo lentas en comparación con la gente que en ellas se bañaba. Replanteo en ese entonces el poder del sonido del viento que arrebataba la señal sonora que capturaba, amaba que pareciera sentirse la sal en los fuertes ruidos, tanto, que combinaría la música clásica con ellos. Realmente se percató, al volver de las afueras de nuevo a, esta vez, al norte de la ciudad que más que una Transformación temporal, se había despertado bajando a una urbe transformada desde su raíz, con un arraigo a su historia en constante movimiento hacía la distinción y erudición de su calidez humana ya, más bien, contrariada.

No entendía la mitad de las cosas que le rodeaban, hasta su reflejo en los vidrios-paredes le parecían extraño, y llamativos para su juego con las luces y formas que en ellos se estrellaban. En la puerta automática de un centro comercial, en el vaivén de esta, dedicó tiempos excesivos. Escribió en su agenda Moleskine su funcionamiento, que, aseguraba, sería revolucionario en los edificios de Berlín. Recorrió las tiendas y el comportamiento de la gente, sus paradas frenéticas a la caja, sus idas de nuevo a las góndolas, de nuevo a la cafetería, a la caja, al ascensor, a las escaleras eléctricas, a la sección de ropa y hasta a la sección de tecnología, donde paro estupefacto y silencioso.

Huyó de nuevo al Hotel El Prado que le hospedó mientras grababa el centro, se recostó en una hamaca para tratar de entender aquel suceso. Mil imágenes al tiempo proyectándose en televisores, en pantallas con teclados sujetos debajo, ¡en pantallas tipo galleta que se dejaban palpar para hacer funciones pequeñas dentro de ellas!

No quiso volver a Berlín en ese instante, le conmovió ser pequeño y tener tanto trabajo encima por documentar y grabar. Decidió no tocar la grabadora y la cámara de nuevo. Pasó los días con su espalda al viento cuyos brazos amarrados escribieron a lo que sería un telegrama: Estoy en una hamaca en Barranquilla, llamada la Arenosa, aquí no me hallo pero debo hacerlo, aquí, enredado en ésta ciudad me quedo.

- Ariel Arteta, Karen Baldovino, Edwin Navarro

¿Cómo sería el expresionismo alemán del siglo XXI?

Ejercito de trabajadores se dirigen a las empresas, rigurosas jornadas laborales, el reino de la máquina y del consume avanza y con él la mecanización de la vida, la cosificación del hombre y de sus relaciones sociales, vampiros y oscuros personajes beben la sangre y gobiernan las masas sometidas, el hombre preso de un sistema inhumano que lo aliena y aísla arrojándolo a la incomunicación y soledad.

No verían los cineastas del expresionismo Alemán nuestra sociedades actuales pero no cabe duda de que sus imaginarios están hoy tan presentes como en su época.

El expresionismo puede ser entendido como la deformación de la realidad , la primacía de la expresión de los sentimientos frente a la representación objetiva de la realidad

Si ubicáramos a los cineastas del expresionismo alemán en nuestro contexto circunstancias históricas muy parecidas a las que ellos vivieron, podrían como en su época revelar el lado pesimista de la vida y la angustia existencial de los individuos en nuestra sociedad.

En nuestra realidad podrían encontrar perfectamente sus temáticas de soledad, de miseria y amargura.


Tal vez no nos encontramos en el periodo de entreguerras, en donde la crisis del hombre llevo a estos artistas a un deseo vehemente de cambio, a buscar nuevas formas de expresión y de renovar los lenguajes artísticos.

Un factor fundamental del expresionismo fue el rechazo al llamado “progreso” al culto a la máquina, a la ciencia, y a la creencia en el poder ilimitado del ser humano basado en la ciencia y la técnica. En cambio se empezó a generar un nuevo clima de pesimismo, de escepticismo, de crítica y de pérdida de valores.

Hoy seguimos escuchando hablar del progreso y la prosperidad, pero en la realidad no podemos verlo, por el contrario la pobreza, el consumismo, y el culto a los objetos aumentan, la pérdida de valores es evidente.

La crisis continúa hasta nuestros días y no se ve su fin.

-Enrique Hernández

Entrevista a un soñador: George Méliès

Hola radio-oyentes que nos escuchan en diferentes planetas a través de nuestras frecuencias interplanetarias en su programa semanal “Un solsticio con el arte”. Soy Jorge Lalo Cura y estaré acompañándolos en las próximas dos horas para hablar y conversar sobre temas referentes al arte y sus diferentes ramas. Hoy es 21 de Diciembre de 2110 y hace ya casi 100 años que comenzó la revolución de nuestras conciencias, con la cual hemos podido desarrollar nuestros sentidos y capacidades ocultas. Por eso en la emisión de hoy vamos a transportarnos otra vez a través del tiempo con el uso de nuestra conciencia a 200 años atrás. Al año 1920 cuando se comenzó a desarrollar el cine como tal y haremos una entrevista a el cineasta George Melies.

Comencemos oyentes, hagamos la posición de loto como de costumbre. Concentrémonos en nuestra respiración. Respiremos profundo diez veces y concentrémonos en el aire y la energía que entra a través de nuestra nariz hacia cada rincón de nuestro cuerpo. Relajemos cada musculo de nuestro cuerpo y prepárense para escuchar el sonido de frecuencias binaurales que emitiremos a continuación para activar nuestro viaje a través del tiempo y el espacio al año 1920 (Biiiiiiiiiiip! Booooooooop!)...

Gracias a todos los que se encuentran aquí con nosotros. Voy a presentarles a George Melies un cineasta considerado como “El mago del cine” por su gran contribución a el séptimo arte. Un hombre que dentro de su cabeza se encuentra un mundo de imaginación. El es un soñador, un ilusionista del cine.

– Entrevistador Jorge Lalo Cura: Hola maestro Melies, como esta? para mi es una grata experiencia tenerlo aquí junto a mi y junto a millones de personas que lo escuchan en diferentes galaxias a través de nuestro programa radio-galáctico “Un solsticio con el arte”.

– George Melies: Hola Jorge Lalo Cura, me encuentro muy bien. Gracias a ti y a tu programa por haber hecho este viaje hasta aquí para esta entrevista. También quiero darles un saludo grande a esos fieles oyentes que te siguen todas las semanas en tu programa.

– Entrevistador Jorge Lalo Cura: Gracias a usted maestro. Quiero comenzar esta entrevista preguntándole sobre como descubre usted el cine?

--George Melies: Yo descubro el cine por medio de los Lumieres. Fui invitado a una de sus proyecciones el cinematógrafo y de allí quede encantado porque sentí que en el cine podía transmitir mis ideas y pensamientos y llevar mi obra a muchas mas personas con tan solo ponerme al frente de una cámara y hacer lo que siempre me gusto hacer... Magia!

– Entrevistador Jorge Lalo Cura: Por que usted es considerado por muchos como “El mago del cine”?

– George Melies: Pienso que las personas me atribuyen eso por la contribución que hice al cine en esos años en los cuales no se había hecho o no se conocían efectos especiales a la hora de grabar las escenas. Yo mostraba en mis producciones la ficción pero con un guión que tuviese una secuencia porque las producciones de ese entonces (que para ese entonces la mayoría eran de los cineastas Lumière) no contenían una acción, un tiempo y un lugar.

-- Entrevistador Jorge Lalo Cura: Hablando de esa acción, tiempo y contenido. Como era la narrativa para ese entonces en las películas?

-- George Melies: En ese entonces la narrativa no contaba con una secuencia, una continuidad. Las producciones mostraban escenas que no contenían secuencia entre ellas. La narrativa trataba de mostrar la realidad de la vida y su cotidianidad. A diferencia de lo que se estaba haciendo en ese entonces yo quería plasmar lo “irreal” Ese mundo de la imaginación que cada uno de nosotros tenemos dentro de nuestras mentes y que solo había sido contado a través de la literatura.

--Entrevistador Jorge Lalo Cura: Como se hacia los efectos especiales para sus películas?

--George Melies: En estos años con tan pocas herramientas y conocimientos sobre efectos especiales fue realmente una coincidencia (aunque pienso que las coincidencias no existen en este mundo, todo pasa porque así debía suceder) fue una coincidencia porque descubrí que se podía hacer efectos o “trucos” en la cámara cuando se paraba la cámara y se sustituía un elemento por otro o simplemente se quitaba ese elemento para asi hacerla “desaparecer”. Esto le daba un toque mágico a las producciones y la gente realmente quedaba fascinada con el hecho de ver desaparecer cosas y hasta personas frente a sus ojos.

--Entrevistador Jorge Lalo Cura: Maestro cual fue su pelicula favorita?

– George Melies: Pienso que todas mis producciones tienen el mismo valor para mi, son como unos hijos para mi.. (risas)

– Entrevistador Jorge Lalo Cura: Pero debe haber alguna que a usted le haya sorprendido al ver la aceptación que tuvo en el público.

– George Melies: Si, pienso que “Viaje a luna” pues se podía sentir y ver como la gente salía maravillada después de ver la cinta proyectada en el telón.

--Entrevistador Jorge Lalo Cura: Maestro, piensa usted que “Viaje a la luna” revolucionó la forma de hacer cine?

– George Melies: Creo que si, pues como dije anteriormente para ese entonces las producciones no contaban con efectos especiales, múltiples exposiciones y no contaban con esa evolución de la continuidad narrativa cinematográfica que dio un paso realmente gigante entre las producciones que se hacían anteriormente. Además en esa película narre hechos zurearles y fantásticos que anteriormente no se había hecho algo igual.

– Entrevistador Jorge Lalo Cura: En que se inspiro para desarrollar esta película?

– George Melies: Sin dudar para esa produccion me inspire en el escritor Julio Verne y su novela “”De la Tierra a la Luna” y en el escritor Herbert George Wells y su novela “Los primeros hombre en la Luna”.

– Entrevistador Jorge Lalo Cura: Para terminar con esta entrevista. Maestro, Quisiera volver a hacer cine?

– George Melies: Ahora que me lo preguntas, si. No se como es el cine allá en el futuro donde ustedes se encuentran pero siempre que haya magia estaré dispuesto dejar que ella fluya a traves de mi, porque para mi el cine es una maquina de crear sueños...

- Renle Llanos

El tren detenido

En una tarde otoñal, donde las hojas poco a poco descienden de los árboles, y crean desde la lejanía ese bello color respectivo, irrepetible y característico del otoño, se encuentra viajando Charles Chaplin en un vagón de tren de Londres a Manchester donde lo esperan para empezar a dialogar sobre una nueva película que tiene en mente realizar. En el transcurso de este viaje, Chaplin, deslumbrado y ensimismado ante la belleza del paisaje, no sintió la presencia de un anciano y su nieto que llegaron y se sentaron en el mismo vagón donde él se encontraba, El anciano, al que llamaremos William, al llegar al recinto reconoció enseguida a la gran eminencia que tenían como acompañante de viaje, el joven nieto de William, tuvo una vaga idea sobre quien se trataba, pero no sintió la misma conmoción que siento su abuelo.

Por alguna extraña razón en medio del camino el tren se detuvo, no podía seguir, puesto que hubo una daño severo en unos de los rieles y era altamente peligroso y riesgoso continuar, entonces mientras se hacían las reparaciones respectivas, todo el tren tuvo que esperar pacientemente las horas que fueran necesarias para poder continuar con el viaje. William sintió que era la oportunidad perfecta para hablarle a ese personaje que tanto admiraba, ya que quiso hacerlo desde que entró, pero como buen inglés que era calmó su deseo con el fin de no ser imprudente e interrumpir con el estado de paz de Chaplin. Antes de romper el hielo, William meditó unos instantes sobre cuál sería la mejor forma de poder hablar con él, sin incomodarlo o llegar a ser una molestia. Después de divagar al respecto, decidió aprovechar a su nieto para lograr su cometido, Así que lo cogió de la mano y fue ante Charles, y dijo; “ Buenas tardes, distinguido maestro Charles Chaplin, debido a la situación en la que nos encontramos, he empezado a charlar con mi nieto sobre cine, pero ha llegado al punto que mis conocimientos sobre el mismo han llegado a su fin, sin el ánimo de molestarle, quisiera saber si usted podría hablarle un poco al respecto a mi nieto, Richard! Saluda al maestro” Chaplin lo miró contemplativo y luego observo detenidamente el semblante del infante, y muy cordialmente accedió a hablar con ellos, “por favor, siéntense al frente mío para poder hablar mejor”- Dijo, ambos se sentaron, con el deseo de aprender del maestro.

Chaplin preguntó: “Que deseas saber sobre el cine?”
Richard respondió; “Pues como empezó y como llegó a ser lo que es hoy día” Chaplin soltó una leve sonrisa, y empezó a decir; “bueno para empezar a hablarte de eso debemos trasladarnos a Francia, donde los hermanos Lumiere, los cuales eran fotógrafos y pues fueron los pioneros en usar esa cámara para capturar un video, que es la que hoy conocemos como la primera “película” realizada en la historia del cine, aunque en realidad fue un corto de unos minutos en la cual se registró la salida de los trabajadores de su misma empresa, luego siguieron experimentando con sus cámaras y probaron de diferentes maneras, luego el ilusionista George Mélies siguió experimentando con cámaras y empezó a inventar y utilizar los primeros efectos especiales con la película “Le Voyage Dans la lune” pero sin utilizar movimientos de cámara o modificación en los planos, fueron muchas la películas que se hicieron bajo esos parámetros. Luego llegó E.S. Porte con su “Asalto y robo al tren” en el cual empieza a utilizar movimientos de cámara y algunas secuencias de plano, y empezó a ejercerse todo tipo de ideas innovadoras tanto en nuestra Europa como en América del norte, que pues absorbió estos experimentos y empezaron a hacer de las suyas…” fascinado por el relato el pequeño Richard le pregunta; y ¿cómo llegaste tú a hacer películas? Chaplin soltó un pequeña sonrisa y dijo:” el mundo esperaba por mí, era mi deber como ser humano, hahaha!.. Pero al comienzo yo no fui actor ni nada de lo que soy hoy día, era muchas cosas, entre esas soplador de vidrios, vendedor callejero, y demás, solo después de muchas vueltas en mi vida empecé a crear personajes y a participar en obras… y bueno lo demás creo que tu abuelo puede comentártelo, puesto que actualmente ellos saben más de mi vida que yo, (en tono sarcástico) … de repente sintieron que el tren empezó de nuevo a andar y ambos entendieron que estaban próximos a separarse y no vivir de nuevo esa reunión, así que el anciano William, después de darle las gracias a Chaplin por tomarse el tiempo de hablarle un poco sobre cine a su nieto, le hizo una última petición al maestro, la cual fue que aconsejara a su nieto sobre la vida y su futuro, Chaplin guardó silencio un par de minutos, y contemplando el horizonte y la belleza de los árboles aglomerados en el bosque respondió: “nadie puede decirte que hacer con tu vida, tú y solo tú sabrás cual es la razón para tu existencia, no podría decirte que te dediques al cine o a la física, pero sí puedo decirte que la vida es una sola, y al igual que los grandes que han dejado su huella en el cine y en el mundo, es solo cuestión de soñar y de creer que es posible, de escuchar tu interior, proyectarte y hacer todo lo posible por hacer lo que tu corazón dicte. Ahora si me disculpan debo alistarme para bajarme en la próxima estación.” Con un simple adiós desde la lejanía del tren William y su nieto Richard, despedían con gran afecto al maestro de maestros del cine, que tomo un poco de su tiempo para complacer a un anciano y alentar a un niño, Solo como Chaplin podría hacerlo.

- René Mazzilli

Técnica y corazón en el cine de Georges Méliès

Sin duda alguna los inicios del cine basados en la secuencia de imágenes fotográficas expuestas a luz, que en su momento llamaron kinetoscopio, es el inicio de una historia de innumerables avances técnicos que han hecho del cine un evento completamente mágico, sin embargo esa magia en el cine no vino de la técnica solamente, sino de la mezcla de esa técnica con el magno ingenio de un verdadero hombre de magia.

Recuerdo con emoción aquel momento en que por primera vez vi en pantalla “Le diable noir”, recuerdo que las imágenes eran acompañadas por una melodía que duro varios días en mi mente, posteriormente tuve la oportunidad de conocer más a fondo la obra de ese personaje con gustos oscuros, pues muchas de sus obras hacen alusión al diablo, la tentación, lo hereje y lo mágico.
Hasta entonces no había visto mucho del cine de este personaje; pero gracias a cierta entidad político-cultural que funciona en nuestra ciudad, tuve la fortuna no solo de ver muchas de sus películas, sino de tener música en vivo interpretada por el bisnieto del propio creador del diablo negro y el viaje a la luna. Entonces pude ver la magnitud de semejante obra y pude acercarme al genio y fuerza del que a mi parecer, fue para el cine el corazón que le faltaba al hombre de hojalata del mago de oz.



Técnica sin corazón, no es arte; es por esta razón que al hablar de cine es siempre necesario y obligatorio hablar de Georges Méliès como aquel soñador que se dejó llevar por las pasiones del arte, que puso en segundo lugar el dinero, que fue enormemente rico y no dudo el gastarse toda su fortuna en la producción cinematográfica, al punto de ser acosado por las deudas y terminar vendiendo baratijas junto a quien sería su esposa.

Georges Méliès es sinónimo de creación, de invención y sin duda alguna de ficción, palabra que posteriormente caracterizaría uno de los géneros más fascinantes y prolíferos del séptimo arte, me atrevería a decir en mi humilde opinión que Méliès, sienta las bases de un universo incontenible de realidades paralelas, en las que podrías vivir y sumergirte cada vez que te sientes frente a una pantalla a consumir fotogramas.

Hoy no me cabe duda que los dinosaurios pueden volver a la vida, o que en 1902, el hombre fue a la luna, que algunos humanos son alienígenas con cabezas hechas de borrador y que directores como Steven Spielberg y otros hijos de la ficción y el surrealismo, no habrían recorrido con facilidad estos caminos, sin que el buen Méliès hubiera abierto trochas en las inconmensurables selvas del arte cinematográfico y de la ficción.

- Keyner Martínez

Una película con una sonrisa y quizá una lágrima

Cuando llegué a California en marzo de 1918, luego de un largo viaje desde Francia tras huir de los estragos de la guerra, no sospechaba como mi vida cambiaría en cuestión de semanas. Todo sucedió por un golpe de suerte. Me encontraba realizando mis esculturas a pleno medio día, que era como me ganaba la vida, cuando de repente un señor con un fuerte acento inglés y una gran sonrisa se me acerca a preguntar por el precio de una de mis creaciones. Pude entenderlo muy bien porque mi padre era inglés y aprendí hablar el idioma de esa manera. Me preguntó si podía hacer una escultura de un niño junto a su padre me lo dijo en un tono muy triste le pregunte porque estaba así y solo me dijo que tranquilo solo es por mi h… y no me dijo mas nada. Luego después de un rato de silencio le pregunté a su vez cuánto estaba dispuesto a pagar por ello. Al principio no dio respuesta pero luego dijo que estaría dispuesto a darme lo que le pidiera. Así que a la semana siguiente cuando vino por su escultura, aparte de obtener una buena suma de dinero, Chaplin quedó tan inquieto con mi obra que me ofreció ser parte del grupo de asistencia de Arte, en el rodaje de su nueva película “The Kid”.

La película se empezó a rodar dos semanas después de la entrega de la escultura, me presentó con el Director de Arte y los asistentes. Sentí un ambiente muy tranquilo pero a la vez de exigencia ante el producto final. Los integrantes de equipo de rodaje comentaban que él era muy dedicado a su obra y quería que todo saliera a la perfección. Y así fue. El rodaje inició en 1919 y duró aproximadamente 18 meses. Lo más extraño era, que los actores y el grupo de producción obedecía órdenes de Chaplin pero no sabía muy bien cómo iba a terminar la historia o su hilo conductor. Incluso la First National Company, quien patrocinaba la filmación, se dio cuenta de esto y fueron a verificar la realización de la obra y su retraso, y como no vieron nada en concreto fue suspendida para que Chaplin realizara otra película, pero como no funcionó muy bien, la compañía cinematográfica finalmente autorizó reiniciar el rodaje del filme.

Como les decía, Chaplin era un director muy perfeccionista, así que sin importar que yo ejerciera un cargo menor, el trabajo de asistencia fue muy duro. No podía haber el más mínimo error, ya sea de los actores o de la producción. Siempre se trabajaba en las locaciones dos o tres día antes que fueran a rodar en aquel lugar. Algunos elementos de arte no fueron difíciles de conseguir, ya que no se hicieron grandes gastos en decoración, vestuario y montaje, puesto que Chaplin quería reflejar primero, lo que sucedía en Inglaterra de inicios del siglo XX, en donde la diferencia de clases era notable, segundo, la crueldad de los trabajadores sociales de la época y tercero, lo difícil que puede resultar la vida para alguien de pocos recursos. Así que se buscó un vestuario que mostrara el contraste de los personajes de la historia.

Sin embargo, recuerdo mucho lo complejo que fue conseguir los elementos de cocina. Al principio los compramos nuevos y les realizamos unos acabados para que pareciesen viejos y usados, pero a Chaplin no le agradó de a mucho. Cosa que me parecía muy pretencioso de su parte, pero el resto del equipo que ya había trabajado con él, no se atrevía a contradecirlo en alguna cosa. De manera que ir a un barrio de clase baja y comprar los utensilios y losas usados a una anciana que se alegró mucho al recibir dinero de lo que ya no podía tener algún valor para alguien. De esa forma Chaplin le pareció que eran los más indicados y ajustados a la realidad de la película.

La señora se le salía las lágrimas a saber que sus cosas donde nadie creí que tenía valor, alguien si lo veía, Charlie tenía ese don de ver eso que muchos no ven.

El cadáver de la novia: Una alegoría al cine expresionista alemán

El expresionismo es un movimiento que surge a principios del siglo XX en Alemania en oposición al impresionismo, cuyo propósito era la reproducción de la realidad de una manera subjetiva, donde primaba los sentimientos del artista reflejados en formas desproporcionadas del mundo para retratar sus estados internos. Nace primero a través de la pintura, representando colores y ritmos lineales muy fuertes, de carácter lúgubre, y se desplaza hacia las demás corrientes artísticas. En el cine, su máxima representación se da a través de la película El gabinete del doctor Caligari, en 1920, dirigida por el alemán Robert Wiene. Así, una de las finalidades del cine expresionista según Juan Antonio Ramírez, ensayista y catedrático español, es la de traducir simbólicamente, mediante líneas, formas o volúmenes, la mentalidad de los personajes, su estado de ánimo, sus intenciones, de tal manera que la decoración aparezca como la traducción plástica de su drama. De tal manera que suscitara reacciones psíquicas más o menos conscientes que orientaran el espíritu del espectador.

Por otra parte, en el cine contemporáneo encontramos a varios directores influenciados por este movimiento. Uno de ellos es Tim Burton, director estadounidense, cuya filmografía ha sido altamente influenciada por este movimiento. Sus películas giran alrededor de temáticas como la vida y la muerte, mundos irreales, atmósferas oscuras con personajes y puestas en escena fuera de la cotidianidad. Una de ellas es Corpse Bride o El cadáver de la novia, película animada del 2005, que muestra muchas características del cine expresionista, a pesar de su género y de ser un filme dirigido más hacia un público infantil. Estableceremos así un análisis comparativo entre esta última y la película de Wiene.



Comenzaremos con El gabinete del doctor Caligari, cuyo guión está basado en una serie de crímenes sexuales que ocurrieron en Hamburgo, Alemania; y relata la historia de los despiadados crímenes que cometía Cesare, joven sonámbulo, bajo las órdenes hipnóticas del Doctor Caligari en sus viajes por las ferias alemanas exhibiéndolo como una atracción más. La película inicia a manera de flashback, donde un loco en un hospital psiquiátrico es quien narra los hechos, y cree ver en el director del hospital al malvado Doctor. Por otra parte, El cadáver de la novia inspirada en El dedo, cuento popular ruso-judío del siglo XIX, escrito por Isaac Luria, narra la historia de una mujer que se convierte en demonio tras ser asesinada el día de su boda y enterrada con el traje de novia. El filme nos cuenta el relato de Víctor, cuyos padres provenientes de una familia de pescadores que ha logrado una moderada riqueza, han arreglado una boda con la joven y bella Victoria, hija de una familia aristócrata que oculta estar en la pobreza. Al conocerse, ambos sienten un sentimiento especial y no muestran rechazo en casarse. Pero todo se ve estropeado cuando una noche, Víctor, tras haber arruinado el ensayo de la boda, se sumerge en el bosque oscuro a practicar sus votos, y al terminar coloca el anillo en lo que él piensa que es una rama, declarando una unión matrimonial con una novia cadáver, Emily, quien de inmediato lo lleva a vivir a su mundo, el de los muertos. La historia transcurre con las maniobras que realiza Víctor por volver al mundo de los vivos y deshacer el matrimonio. Al final es la misma Emily, que nos sorprende al no casarse y reestablecer la unión entre Víctor y Victoria, un gesto más “humano” que de “fantasmas”, estableciendo en primera medida los contrastes entre ambos mundos.

Si en la película de Wiene se destaca una anormalidad escenográfica reflejada en atmósferas oscuras que reflejaban terror y locura, en chimeneas oblicuas, ventanas en forma de flecha, ejemplos de arquitecturas imposibles en la realidad cotidiana; en la película de Burton, esta estética se acentúa más en el mundo de los muertos, donde la arquitectura y objetos como las paredes, ventanas, los estantes y piezas para colocar las bebidas en el bar y los libros, las escaleras y los balcones son diagonales, irregulares y desiguales, así como el paisaje tenebroso del bosque, donde los árboles son de formas extrañas e oblicuas. No obstante, hay una particularidad en este filme, y es justo la de chocar contra lo ya establecido e invertir los códigos ya conocidos, igual que el expresionismo. Burton lo logra, dándole color al mundo de los muertos, que debería ser el más triste y sombrío, dejando en la penumbra al de los vivos. Asimismo, se pueden observar ángulos y encuadres hiperbólicos, usados también en el Dr. Caligari, donde la luz se utiliza como medio expresivo para transmitir una atmósfera irreal, y el contraste entre ésta y las sombras, oscurecen los rostros y objetos dejándolos en la oscuridad.

Consecuentemente con esta escenografía, se encuentran los personajes. El carácter expresionista se encuentra vivenciado en los rasgos físicos marcados como sus ojos y cejas; un vestuario de tonos grises y fríos, cuerpos de formas extrañísimas, con formas oblicuas, obesas, delgadas, espaldas jorobadas, al igual que los rostros de formas exageradas que son inconcebibles para las características físicas de un ser humano normal. Incluso, se llega a encontrar un parecido físico entre Víctor y Emily con los personajes de Caligari, Cesare y Jane respectivamente. Ahora, en cuanto a la personalidad de los personajes principales, lo malévolo y tenebroso no se ve reflejado ni en Víctor o Victoria, ni tampoco en el fantasma de la novia cadáver, la cual se pensaría debe representar el personaje maligno. Por el contrario, esta cualidad la hallamos en Lord Barkis, un hombre alto, de gran papada y cejas que muestran maldad, que al final de la historia resulta ser el novio que mató a Emily, y que ante la ausencia de Víctor pretende casarse con Victoria y robar sus riquezas.

Por otro lado, podemos encontrar ciertos elementos simbólicos en común como lo es el puente, el cual significa en la película de Burton, el paso al mundo de los vivos al de los muertos, y donde Víctor es perseguido por Emily para llevárselo; al igual que en Caligari, cuando Cesare intenta raptar a Jane y se ve frustrado, desatando el cambio y la perdición del joven sonámbulo. Así, este elemento, presente en muchas películas expresionistas, expresa según Paul Scheebart, escritor alemán en su libro Arquitectura de Cristal, una “metáfora de provisionalidad de la condición humana (...), encarna el sentido del “pasar”, del transcurrir de un estado a otro; y como una concreción visible de un recorrido que transforma, que conduce hacia otras tierras, materializa un proceso metamórfico.”

En conclusión, se pueden resaltar muchos aspectos de El gabinete del Doctor Caligari dentro de la película El cadáver de la novia, tal como su atmósfera gris, apagada y triste; arquitecturas y decorados asimétricos, personajes extraños y de formas inusuales, representando universos distintos a la realidad e invirtiendo los códigos erigidos de lo bueno y lo malo. En último lugar, en el filme se maneja la temática de la muerte como protagonista principal de la historia, su contraste con la vida, y la interconexión entre ambos mundos, asunto reiterado en las películas expresionistas. Al final todos estos aspectos buscan evidenciar al espectador una sociedad superficial, preocupada por situaciones banales como el dinero, la clase social, la moral; y a su vez revelarse contra todas estas reglas preestablecidas a través del arte, rompiendo con la cotidianidad en términos estéticos y conceptuales.

- Lorena García, noviembre 9 de 2013